La meteorología es el factor más importante a tener en cuenta antes de salir a navegar. Lo mínimo es consultar la previsión el día antes de la salida, y diseñar una planificación acorde a la previsión. Cuanto más profundicemos en el pronóstico, mejores decisiones podremos tomar.  

En la entrada anterior proponíamos una secuencia de preguntas relacionadas con la meteorología que nos ayudan a planificar una salida. Las responderemos fácilmente si hemos consultado el pronóstico meteorológico y hemos hecho un mínimo ejercicio de reflexión para ver cómo afecta a nuestro programa de navegación.  

La meteorología es muy importante, pero el objetivo de esta serie de entradas es ayudarnos a planificar. Y adicionalmente ser capaces de comunicar de forma sencilla una planificación. La mejor forma de relacionar los conceptos que hemos ido viendo es con un ejemplo práctico.

Navegación costera por el sur de Grecia  

Supongamos que nuestra base es el puerto de Lavrio, al sureste de la península de Ática. Nos proponemos una salida familiar de un día del fin de semana para ir a fondear a una playa próxima en dirección Sur, doblando la punta Zeza. Estamos a principios de marzo, todavía hace frío. La distancia es corta, aproximadamente 2,5 millas (nm) 

Es un fondeadero que conocemos bien, con fondo de arena y 5 metros de profundidad. No es un buen lugar para estar con vientos del 2º cuadrante. Las mareas no son relevantes en la zona, ni tampoco las corrientes en esta época del año.

Si trazamos un posible rumbo a seguir en la carta náutica (Navionics en este caso) obtendríamos algo así:

 

Navegación costera por el Sur de Grecia

Navegación costera por el Sur de Grecia

La fecha deseable para la travesía es el 3 de marzo. Lo mínimo imprescindible es consultar la predicción el día 2 de marzo (día previo a la salida). Por muchas ganas que tengamos de salir a navegar, debemos ser fríos en la toma de decisiones. No se «fastidia ningún plan» si no se sale. Como patrones de la embarcación y responsables de la tripulación no debemos admitir ningún tipo de presión para salir si consideramos que no se reúnen las condiciones.    

El día antes de la salida

Para el ejemplo que estamos considerando, la previsión del día anterior (2 de marzo) del Servicio Meteorológico Nacional Heleno para la zona de Lavrio es la que se muestra a continuación: 

Previsión meteorológica - día antes de la salida

Previsión meteorológica – día antes de la salida

Resumiendo la información más relevante:

  • Viento: de dirección W o SW, fuerza 3-4.  
  • Ola: de algo menos de 1m. Con dirección S y tendencia al SW.   
  • Cobertura nubosa: sol y nubes en la primera mitad del día, con nubosidad creciente.  
  • Temperatura: agradable, con máximas de 16 grados 

A priori el pronóstico es favorable: buena temperatura. En la ida viento ligeramente por la proa y ola por la proa. El sol hará que la navegación sea más agradable. A la vuelta el viento por la aleta o través y ola por popa.  No es el mejor viento para este fondeadero, pero ni el viento ni la ola previstos son preocupantes.  

Como ya analizamos en la entrada anterior, deberemos hacernos 3 preguntas: 

  • ¿Es sensato navegar por esta zona para nuestro caso concreto (embarcación, tripulación, experiencia)?  
  • ¿La previsión meteorológica es compatible con nuestro programa de navegación?  
  • El puerto o fondeadero destino ¿es accesible con esta previsión? ¿es seguro?  

Podemos concluir que es sensato navegar y que tenemos los ingredientes para pasar un buen día. Que  el fondeadero es accesible y seguro. Y que también lo es el puerto de origen cuando volvamos.

El día de la salida

Revisamos nuevamente el pronóstico. Se mantiene la previsión del día anterior. Partimos hacia el puerto. Llegamos a las 10:00. Observamos que el viento es del SW, con menos fuerza de la esperada. No llega a 3 nudos.

Deberemos hacernos 2 preguntas:

  • ¿Coincide la previsión con lo que estamos observando? 
  • Aun coincidiendo, ¿ha cambiado mucho el pronóstico respecto el del día anterior? 

La previsión que hemos consultado esta mañana no ha variado respecto a la que obtuvimos ayer. Salvo porque la fuerza del viento observada es ligeramente menor a la esperada, en esencia la previsión coincide con la observación. Con esta información, tomamos la decisión de salir y seguir la planificación.

¿Qué sucedió realmente?   

Lo que suele suceder habitualmente. Que la previsión no deja de ser eso, una previsión, una estimación. El viento sopló por debajo de lo esperado, más bien F2 que F3. Pero la dirección del viento roló enseguida a componente N (observar la rolada en torno a las 10 AM en el gráfico de abajo), para soplar posteriormente por el 2º cuadrante a la hora del fondeo (a partir de las 12 PM). El único del que no nos protegía el fondeadero.

Dirección del viento observada

Dirección del viento observada

Velocidad del viento observada

Velocidad del viento observada

Una vez que la previsión se deja de cumplir hay que pasar al modo cautela. La previsión deja de ser válida. Si podemos consultar la previsión desde el barco (boletines radio por VHF, internet si tenemos cobertura móvil, etc.) será perfecto.

La prudencia aconsejó no fondear en la cala prevista, y optar por una alternativa al norte de Akra Fonias con peor tenedero pero más resguardada.

Un poco más de precisión 

Consultar la meteorología el día antes y el día de la salida es lo mínimo recomendable. Podemos sin embargo ganar bastante más seguridad en nuestras salidas siguiendo estas 2 pautas: 

(a) Consultar la previsión con varios días de antelación  

Con 3 días suele ser suficiente. Ganaremos en 2 aspectos: 

  • Si el pronóstico tiene «mala pinta», podemos empezar a proponer planes alternativos.  

Así no será dramático no poder salir a navegar si no se dan las condiciones. La gestión de las expectativas de la tripulación es una labor fundamental del patrón de la embarcación.  

  • Tendremos más información de la evolución meteorológica.  

Simplificando mucho, el tiempo que percibimos no deja de ser la consecuencia de una serie de borrascas y anticiclones que evolucionan sobre nosotros. Varios días antes de la salida podemos ir siguiendo esta «película» y podremos tomar decisiones con más información. 

Evolución frentes 1 marzo

Evolución frentes 1 marzo

Evolución frentes 2 marzo

Evolución frentes 2 marzo

En el ejemplo anterior, con la rolada tan fuerte de viento que se produce en torno a las 11:00 de la mañana nos podrían entrar serias dudas de si se está produciendo un cambio de tiempo relevante. Pero si hemos ido siguiendo la evolución de las altas y las bajas presiones desde hace días, tendremos bastante certeza de que nada serio se avecina y que sigue siendo sensato estar en el agua. La rolada se justifica por el paso del frente frío de la borrasca debilitada que el día 1 atravesaba España.

(b) Consultar más de un modelo meteorológico.  

Con un par de modelos es suficiente. Este hábito nos proporcionará al menos 2 ventajas 

  • Conoceremos el grado de inestabilidad de la atmósfera en función de cómo difieran los modelos entre sí. 

Cuando la atmósfera está estable los modelos tienden a converger. En cambio, si los modelos tienen variaciones significativas, la fiabilidad de los pronósticos se reduce.  

Pronóstico de varios modelos meteorológicos - día previo a la salida

Pronóstico de varios modelos meteorológicos – día previo a la salida

En el gráfico anterior generado por Meteoblue el día antes de la salida, observamos que para el sábado 3 no hay demasiadas discrepancias entre los diferentes modelos para el pronóstico de las principales variables de interés. Las discrepancias son mucho más significativas para el lunes 4.

  • En caso de discrepancia de una previsión con la realidad el día de la salida, tendremos más alternativas 

Si antes de zarpar verificamos que el pronóstico no se está cumpliendo debemos ser cautos. Quizá la previsión se haya adelantado o retrasado. Si sólo tenemos una previsión, nos costará más tomar decisiones. Sin embargo, si llevamos más de una previsión, nos «engancharemos» a aquella que se aproxime más.  

Información meteorológica 

Hay multitud de fuentes de información en Internet donde obtener previsiones meteorológicas para trabajar desde casa en la planificación. En muchas páginas web dedicadas a la meteorología ofrecen información específica para la navegación. Serán especialmente interesantes las que ofrezcan aplicaciones para acceder desde los móviles, ya que así podremos consultar el pronóstico en el mismo puerto antes de salir, si navegamos por zonas con cobertura de datos móviles razonable.  

Recomiendo siempre que sea posible que una de las previsiones que consultemos sea la del servicio meteorológico nacional de las aguas en las que naveguemos.  Suelen emplear modelos que se adaptan bien a las circunstancias específicas de cada región. En este caso hemos utilizado el Servicio Meteorológico Nacional Heleno, que además dispone de información marítima muy abundante y detallada. 

Un buen ejemplo de recursos que nos pueden ayudar mucho a planificar son Meteoblue, con infinidad de información muy interesante, y Windy que destaca por su representación gráfica de la fuerza y dirección del viento. Pero la lista podría ser interminable.

Resumen 

La planificación de las salidas en la náutica de recreo redunda en la seguridad y en el disfrute de la actividad. Es un ejercicio previo a la navegación que nos permitirá tomar mejores decisiones a la vista de los acontecimientos que nos van a ir surgiendo durante la navegación.

En estas tres primeras entradas de la serie hemos puesto el acento en la meteorología, que sin ninguna duda constituye el elemento más determinante en la navegación. En la mayor parte de nuestras salidas, la planificación se reducirá a entender bien las condiciones de viento y mar que vamos a tener en la travesía que queremos hacer. Así de simple.   

En la siguiente entrada de esta serie trabajaremos otra herramienta de gran utilidad. El pilotaje.