Frente al dilema de barco robusto o barco rápido, la respuesta, que quizá contradice a la tradición marinera, es que la velocidad nos aporta un factor de seguridad que bien merece la pena considerar a la hora de adquirir una embarcación

Previo a entrar en detalles, es lícito hacerse la siguiente pregunta, que además nos ayuda a centrar en ámbito del artículo: la afirmación velocidad es seguridad, ¿es válida para cualquier programa de navegación? Ciertamente no, pero serán pocos los programas que no se beneficien, desde el punto de vista de la seguridad, de un extra de velocidad en la embarcación.

Pero vamos a profundizar un poco antes de aceptar conclusiones.

Barco robusto o barco rápido

Todos aquellos que nos hemos enfrentado al ejercicio de definir el barco ideal (bien sea para comprar uno, o simplemente para soñar), hemos sido seducidos por las líneas robustas y diseños de quilla corrida que presentaban los veleros de los años 60 o incluso los 70. ¿Quién no ha oído hablar de las ventajas que presentan estas embarcaciones y se ha imaginado en pleno temporal aguantando a la capa olas que barrían la cubierta?

Pero lo cierto es que los diseños han ido cambiando. Sin duda por el efecto del marketing, ya que los gustos de los compradores cambian, pero también buscando diseños de la embarcación que le otorguen mayor velocidad.

No trato en ningún caso de establecer una comparativa entre los diseños tradicionales y los modernos. Este análisis ocuparía muchas entradas como esta, y habría que considerar una gran variedad de factores para poder hacer una comparativa ecuánime. Enunciado de forma simple, en ese ejercicio de definir nuestro barco ideal, ¿navegaríamos más seguros con un barco clásico y robusto, o con uno moderno y rápido?

La previsión meteorológica, un factor fundamental

Si tuviéramos que definir el factor que más ha cambiado la forma de navegar en los últimos años, muchos probablemente dirían que ha sido la aparición y popularización del GPS. Pero yo me atrevería a decir que ha sido la mejora en la precisión de la previsión meteorológica y la facilidad en su obtención durante las travesías.

Este hecho tiene una importancia capital para el asunto que estamos tratando. Si soy capaz de predecir con bastante precisión el viento y estado de la mar en las próximas horas, voy a poder tomar decisiones que antes me era imposible por falta de información.

Cruzando el Golfo de Vizcaya

Desde hace tiempo teníamos prevista la realización de la travesía del Golfo de Vizcaya, desde el puerto de La Coruña hasta Bénodet. La travesía supone aproximadamente 360 millas náuticas (nm). Considerando una media de 5 nudos, nos llevará 72 horas o 3 días. Debemos esperar a una ventana de buen tiempo de 5 días para contar con margen de seguridad suficiente.

Travesía Golfo de Vizcaya – La Coruña a Bénodet 360 nm

En este caso la travesía la haremos 2 embarcaciones con características muy diferentes. Nuestro querido Bristol 35.5, barco muy marinero de los años 80 que ha demostrado sus cualidades en el Golfo de Vizcaya y un Beneteau 32s5, barco de principios de los 90, con menor eslora pero con una orientación a la regata-crucero que lo hacen ser rápido. Trataremos de navegar en conserva en la medida de lo posible.

El comportamiento diferente se hace evidente observando las polares de ambas embarcaciones:

Polares del Bristol 35.5 - la velocidad es seguridad
Polares del Bristol 35.5
Polares del First 32s5 - la velocidad es seguridad
Polares del First 32s5

Por ejemplo en ceñida con un viento de 20 nudos a 40º el Bristol no llega a los 4 nudos mientras que el Beneteau está casi en los 7 nudos. Con 20 nudos por el través, el Bristol hace 6 nudos y el Beneteau está casi en los 8. Nada extraño si se tiene en cuenta que son dos barcos con una concepción muy diferente.

La navegación ha sido bastante tranquila, sin incidencias. Son las 04:00 y es de noche. Estamos aproximadamente a 50 nm de Bénedet. Navegamos con un viento del SW de 10 nudos, que nos impulsa a una velocidad de 5 nudos. Seguimos en conserva, si bien es cierto que el First va con la vela reducida. Hemos planificado llegar de día a las últimas 12 millas ya que la costa presenta una complejidad notable.

La previsión meteorológica ha variado respecto a la que obtuvimos en La Coruña para planificar la ruta y hay una borrasca profunda al sur de Islandia cuya influencia se puede hacer notar en nuestra zona de navegación.

Meteo Golfo de Vizcaya - la velocidad es seguridad
Situación actual

La previsión para las próximas horas muestra que la borrasca se aproxima al continente europeo a bastante velocidad comprimiendo las isobaras en la costa de la Bretaña.

Meteo Golfo de Vizcaya - la velocidad es seguridad
Situación esperada en 5 horas
Meteo Golfo de Vizcaya - la velocidad es seguridad
Situación esperada en 7 horas

La bahía de Benodet presenta bajos peligrosos que hacen desaconsejable una arribada en condiciones de viento fuerte de componente SW.

Bahía de Bénodet con su entrada compleja - la velocidad es seguridad
Bahía de Bénodet y su compleja entrada

Hay que tomar decisiones

No podemos demorar mucho la toma de decisiones ya que el mal tiempo se aproxima con velocidad. El planteamiento será diferente para cada embarcación:

  • Bristol

Suponiendo que nuestra velocidad aumente a 7 nudos, en 7 horas estaríamos en plena aproximación de la bahía de Benodet. Los fuertes vientos esperados, de componente SW y el cansancio de la tripulación hacen totalmente desaconsejable intentar la recalada.

  • First

Los números son distintos en este caso. Pudiendo alcanzar 9 nudos, en 5 horas podemos estar llevando a cabo la aproximación. Sin ser una aproximación sencilla, es manejable para la fuerza del viento esperada y por tanto factible la recalada. En este caso podemos afirmar que la velocidad es seguridad.

Conclusiones

La posibilidad de acceder casi desde cualquier lugar a una previsión meteorológica bastante certera favorece a los barcos rápidos frente a los barcos robustos en lo concerniente a la seguridad de la navegación.

En la situación ficticia descrita, el velero más rápido alcanzaría el puerto destino en condiciones no demasiado desfavorables, mientras que el velero más lento tendría que aguantar el temporal en la mar. Por su construcción esto no va a suponer en ningún momento un riesgo considerable para su tripulación. Pero sin duda la seguridad se ha decantado por el lado de la embarcación más rápida.

La evolución tecnológica seguirá afectando, y cada vez más rápido, al diseño de las embarcaciones. Esto no es ni malo, ni bueno. Es simplemente evolución.