Lo peor que nos puede suceder cuándo un tripulante cae por la borda es que lo perdamos de vista. Las técnicas de búsqueda del MOB nos pueden ayudar en una situación tan crítica.

En entradas previas hemos analizado con cierta profundidad las diferentes fases de un accidente como es la caída de un tripulante por la borda (MOB): primeros momentos, aproximación y recogida.

El objeto de esta entrada es explicar técnicas de búsqueda del MOB que podamos aplicar por nuestros propios medios, sin contar con ayuda externa.

Situaciones de pérdida de vista del MOB

Un problema con el que nos podemos encontrar es que la caída del tripulante pase desapercibida. En una guardia nocturna con tripulación reducida es habitual que sólo un tripulante esté en cubierta. Si este tripulante cae al agua y el resto de tripulación no se percata del hecho, la situación para el MOB es crítica ya que el barco puede seguir avanzando durante bastante tiempo hasta que alguien detecte un comportamiento anómalo en la navegación.

Esta situación no es objeto de esta entrada, ya que aunque podemos intentar la búsqueda del hombre al agua haciendo suposiciones razonables sobre el momento y ubicación del barco en el momento de la caída, las de posibilidades de localización son mínimas, siendo la localización del MOB una cuestión únicamente de suerte.

Otra situación más frecuente es que siendo conscientes desde el primer momento de la caída del tripulante al agua, debido al estado de la mar, le perdamos de vista. Esta es la situación que abordaremos en esta entrada.

Técnicas de búsqueda del MOB

Una primera reflexión es la valoración del riesgo que implica cualquier maniobra de rescate. Hasta ahora hemos dado por hecho que la caída de un hombre por la borda deriva en un intento de recuperación. Será un momento muy duro para el patrón, pero tendrá que analizar fríamente el beneficio y las probabilidades de un rescate exitoso frente al coste de agravar la situación y perder a algún tripulante adicional o la propia embarcación provocando un desastre.

Una maniobra de búsqueda eficiente en malas condiciones de viento y mar no es sencilla de ejecutar. Dependerá mucho de la embarcación. Un velero con motor de poca potencia puede tener muchas dificultades en esas condiciones para ser gobernado siguiendo un patrón de búsqueda de los que veremos a continuación.

Los patrones de búsqueda de hombre al agua que se explican a continuación no son los únicos. Es importante entender las ventajas e inconvenientes de cada uno, así como de otras variantes que existen y aplicar el más adecuado.

Búsqueda del MOB por cuadrado expansivo

(a) Descripción del patrón de búsqueda del MOB

El método parte de un punto origen o datum, a partir del cual vamos navegando siguiendo un patrón de cuadrados cada vez más grandes.

Patrón de búsqueda del MOB por cuadrado expansivo
Patrón de búsqueda del MOB por cuadrado expansivo

El datum debería ser la mejor posición que tengamos del MOB la última vez que lo vimos. Si pulsamos el botón del MOB del plotter pocos instantes después de la caída, ese será el datum que tenemos que usar. Si tenemos otra posición mejor, por ejemplo porque haya transcurrido cierto tiempo con el MOB a la vista mientras tratamos de aproximarnos, y hemos actualizado la posición en el plotter, ese será el datum.

El lado de los cuadrados, o lo que es lo mismo, la distancia que tenemos que navegar se va duplicando cada dos tramos.

(b) Ejecución del patrón de búsqueda del MOB

Idealmente la maniobra se llevaría a cabo por dos tripulantes. El resto estaría ayudando en la localización del MOB. Son momentos de mucha tensión y es fácil perder la cuenta de la distancia que tenemos que navegar en un tramo concreto.

Un tripulante llevaría la cuenta del tramo del patrón de búsqueda que estamos navegando, y avisaría al otro tripulante a cargo del timón con tiempo suficiente cuándo tiene que cambiar el rumbo 90º.

Por simplicidad, se elegirá el primer tramo en un rumbo N, S, E o W para facilitar el trabajo al timonel. La distancia del tramo se controlará bien mediante la corredera, o bien mediante un cronómetro manteniendo una velocidad constante con el motor. Este último método es más fiable, ya que la corredera es habitual que esté afectada por «caracolillo».

No se debe emplear el GPS para seguir el patrón, ya que nos interesa «sufrir» el mismo abatimiento y deriva que el MOB. Si utilizamos el rumbo sobre el fondo que nos proporciona el GPS no lo estaremos haciendo.

La distancia del tramo inicial debe tener en cuenta la visibilidad, siendo menor cuanto menor sea esta. Un valor de referencia para el primer tramo puede ser 0,1 nm (millas náuticas). Lo ideal es que el tripulante que está con el caña o timonel tenga el patrón dibujado en un papel, con el tiempo o la distancia (según esté usando cronómetro o corredera) que hay que navegar cada tramo, e ir marcando el tramo que ya se ha navegado.

Búsqueda del MOB por sectores

(a) Descripción del patrón de búsqueda del MOB

El método nuevamente parte de un punto origen o datum, a partir del cual vamos navegando siguiendo un patrón, en este caso de triángulos con un vértice situado en el datum. Una vez realizados 3 triángulos, comenzaremos de nuevo pero con triángulos de lado mayor y con cierto desfase (en blanco en el dibujo).

Patrón de búsqueda del MOB por sectores
Patrón de búsqueda del MOB por sectores

(b) Ejecución del patrón de búsqueda del MOB

En este caso, la ejecución requiere de mayor atención si cabe que el método del cuadrado expansivo. Los tramos de navegación no coincidirán con N, S, W, o E, y cada cambio de rumbo será de 120º. Es fácil despistarse con los nervios del momento, por lo que si el timonel no tiene a otro tripulante de apoyo es preferible emplear el método del cuadrado expansivo.

Hay que tener en cuenta que no podemos desentendernos de la navegación. Si estamos cerca de la costa no debemos olvidarnos de la sonda o de otros obstáculos que pueden suponer un peligro. Es por ello que aunque el método de los sectores es más eficiente, también es más difícil ejecutar correctamente sin el apoyo de otro tripulante, perdiendo su eficiencia.

Al igual que en la técnica del cuadrado expansivo, tendremos que fijar una longitud del tramo, que dependerá de la visibilidad, aunque como valor orientativo puede ser también de 0,1 nm. El tiempo que navegaremos cada tramo lo controlaremos con un cronómetro, o bien navegaremos la distancia controlando la corredera si es fiable.

Como se tarda cierto tiempo en hacer la virada, conviene comenzar la maniobra un poco antes de recorrer la distancia convenida para el tramo.

Entrenamiento

Estas técnicas descritas en la entrada son de sobra conocidas por cualquier persona que tenga una mínima formación teórica sobre navegación y seguridad. El problema es que no es nada obvio en un momento de tensión recordar la teoría, y mucho menos ejecutarla.

Es muy recomendable, y por qué no, entretenido realizar prácticas con estos patrones de búsqueda del MOB. Una buena práctica consiste en lanzar al mar desde la embarcación una manzana u otra fruta que flote, por aquello de no dejar en el mar objetos que no sean biodegradables si no localizamos al «MOB».

Avanzadas unas esloras, cuando ya no podamos ver la manzana, aplicaremos las técnicas descritas tratando de ubicar al «MOB». Es conveniente (al igual que si no fuera un ejercicio) que la tripulación esté formada en la técnica y se disponga en un papel del esquema de ambos patrones dibujados. El patrón asignará los roles a la tripulación y comenzará el ejercicio.

Conclusiones

La pérdida de vista de un MOB es un momento de mucha tensión para toda la tripulación. Es muy importante no bloquearse y reaccionar con rapidez. El patrón, o el segundo de a bordo si el patrón es el MOB, debe organizar rápidamente a la tripulación.

Disponer de un buen datum y ejecutar con precisión la maniobra maximizarán las posibilidades de localizar al MOB.

Y por supuesto, y a riesgo de ser reiterativo, el entrenamiento es la base para la automatización. Y la automatización es la mejor herramienta contra el pánico. Debemos ser capaces de ejecutar todas las técnicas relacionadas con un incidente MOB con la misma soltura que tomamos un rizo o llevamos a cabo una maniobra fondeo.