Si bien es cierto que no se puede afirmar que haya un ancla perfecta, el rendimiento de las anclas modernas supera con creces al de los modelos tradicionales.

En las entradas anteriores de esta serie sobre fondeos he revisado qué hacer en caso de garreo. También profundicé en cómo elegir un sistema de fondeo y en esta última entrada de la serie hablaré en concreto del ancla.

Antes de entrar en detalle, es importante tener claros los parámetros que son importantes para nosotros. Como decía, no hay un ancla perfecta, como tampoco hay un único programa de navegación.

No tomaremos la misma decisión a la hora de adquirir un ancla si navegamos habitualmente por una zona de fondos arenosos que si lo hacemos por una zona donde abunda la vegetación. Tampoco haremos las mismas consideraciones si navegamos esporádicamente o hacemos crucero extensivo.

Para intentar abarcar un número amplio de escenarios, voy a elegir unos parámetros bastante universales.

Parámetros a evaluar en un ancla

Una lista corta de atributos que deberíamos tener en cuenta, al menos para el ancla principal (ya hablaré más adelante sobre anclas secundarias), podría ser:

  • Capacidad de agarrar en diferentes tipos de fondos
  • Facilidad para volver a agarrar si el viento rola
  • Manejo sencillo
  • Almacenaje y transporte fácil
  • Compatible con el tipo de puntera que tengamos en proa
  • Resistente

Una posible clasificación

La mayoría de las anclas se pueden asimilar a alguna de las siguientes categorías (ver imagen inferior):

  • Pescador, cepo o almirantazgo (fisherman en inglés)
  • Arado (plough en inglés) -> p.ej. CQR en la imagen
  • Cóncavas (se derivan del tipo anterior) -> p.ej. Spade
  • De uña -> p.ej. Bruce
  • Tipo Danforth
Tipos de anclas
Tipos comunes de anclas

¿Qué entendemos por anclas modernas o de alto rendimiento?

Cada año podemos ver perfectamente media docena de modelos nuevos en el mercado. Por tanto, el concepto de ancla «moderna» es relativo. Para centrar la conversación en un marco temporal, la mayoría de las anclas que podemos ver a día de hoy en la proa de muchas embarcaciones fueron patentadas hace más de 80 años. Por ejemplo el diseño del ancla CQR data del año 1933, o el del ancla Danforth de 1939. Me referiré a estos modelos y a los anteriores a éstos en el tiempo como los modelos «tradicionales»

Las anclas patentadas en las últimas décadas (los modelos más exitosos) presentan 4 características que suponen una clara evolución respecto a sus predecesoras:

  • Agarre superior -> obtenido con un cuidadoso diseño de la superficie que penetra en el lecho marino
  • Agarre más rápido -> lastre en zonas estratégicas (normalmente la punta) para que casi de forma inmediata se dispongan para penetrar el fondo.
  • Aunque garreen siguen ofreciendo resistencia -> una vez superado el umbral del fuerza que soportan, e incluso deformadas, siguen ofreciendo resistencia
  • Soportan cambios de dirección del viento o la corriente -> son capaces de resetearse aún cuando sufran giros de 180 grados en la dirección de tiro de la cadena.

Algunos ejemplos de estas características de diseño:

Ancla con peso extra en la punta para una mejor posición de ataque
Ancla lastrada en la punta

En la imagen superior se ve la posición de ataque que adopta en seguida un ancla de nueva generación (cóncava en este caso) con la punta lastrada. Este lastre llega a suponer un porcentaje muy significativo del peso total del ancla. En cuanto la cadena empiece a tirar, la punta se clavará en el terreno y agarrará rápidamente.

También es significativa la gran superficie del ancla que penetra en el fondo.

Ancla cóncava con barra

En este segundo caso, se utiliza una barra redonda que favorece que la punta se sitúe rápidamente en posición óptima para penetrar el terreno. Favorecerá un rápido agarre y, en caso de levantarse el ancla por superar su agarre máximo, volverá a agarrar rápidamente obteniéndose un lento garreo.

Para entender mejor el punto anterior sobre el garreo «lento», en las gráficas siguientes se representa en el eje vertical la fuerza de agarre al fondo de un tipo de ancla (en rojo tradicional, en azul moderna) que está trabajando, y en el eje horizontal, el tiempo transcurrido desde que se lanzó por la borda.

Me extiendo un poco porque las gráficas son realmente interesantes. La gráfica en rojo se corresponde con un modelo tipo CQR, es decir tradicional. La fuerza se mide en decanewtons, que aproximadamente equivale a 1 kilogramo fuerza (1 daN = 1,02 kgf). El ancla empieza a trabajar en el tiempo 0 y el barco va tirando cada vez más de la línea de fondeo, como consecuencia del viento. A los 30 segundos se alcanza un pico de 600 kg, y el ancla se levanta (no completamente) disminuyendo el agarre hasta los 200 kg. Agarra y aguanta más de 600 kg. para volver a levantarse, y así sucesivamente.

En el caso de la gráfica azul, correspondiente a un ancla moderna, el ancla se va clavando cada vez más en el fondo durante un minuto, alcanzando una fuerza próxima a los 1000 kg. para levantarse ligeramente y resistir 700kg pero inmediatamente volver a clavarse.

Agarre de anclas tradicionales vs modernas

Pero … ¿cuál es la mejor?

En internet podemos encontrar decenas de comparativas de las propias marcas o las principales revistas del sector. Pero lo cierto es que es prácticamente imposible hacer una comparativa ecuánime porque el fondo marino, aún siendo del mismo tipo, puede variar de consistencia en pocos metros. También es muy difícil aplicar la misma fuerza a cada ancla porque el barco que tracciona de la cadena está sujeto al viento y al oleaje, lo que provoca un cabeceo que afecta al tiro que ejerce.

Lo que sí se puede afirmar categóricamente es que el rendimiento promedio de las anclas modernas, tras realizar muchas pruebas en diferentes condiciones de viento, mar y tipo de fondo, supera con creces al de los modelos tradicionales. Estos diseños permiten a igualdad de peso disponer de mayor superficie que se introduce en el fondo (y por tanto genera resistencia al arrastre) que un diseño tradicional.

Lo mejor es verlas funcionando en el fondo. En este video (en inglés, pero no hace falta entenderlo) se prueban diferentes modelos, tradicionales y modernos. Se pueden ver bastantes modelos trabajando, con diferentes longitudes de cadena y con cambios en la dirección de tiro.

Estrategia para barcos pequeños y grandes, que hagan crucero extensivo

Una creencia habitual es que un fondeo pesado y una buena longitud de cadena es la mejor receta para aguantar cualquier estado de viento y mar.

Sin duda que estaremos bien sujetos al fondo, pero siempre es a costa de algo. En este caso, nos veremos obligados a portar en nuestro barco muchos más kilos de los necesarios, habitualmente situados a proa lo que repercutirá en el rendimiento general del barco. Además tendremos un equipo mucho más difícil de manejar que va a necesitar de equipamiento adicional en forma de molinetes más potentes que a su vez consumen más amperios, refuerzos en ciertas partes del barco etc.

Si no hacemos crucero extensivo, es decir, nos limitamos a salidas de un día por zonas no exigentes en lo meteorológico, podemos sobrevivir con un sólo ancla (yo personalmente no lo recomiendo) que puede estar adaptada a las características del fondo marino de la zona. En barcos pequeños será probablemente un ancla tipo Danforth por su facilidad de estiba, y en los grandes una de tipo arado o cóncava. Podría ser tradicional o moderna, pero en cualquier caso debe ser robusta.

Si hacemos crucero extensivo, sí o sí hay que llevar más de un ancla. En los barcos pequeños el ancla primaria y secundaria serán probablemente de tipo Danforth (nuevamente por el espacio de estiba reducido) Si disponemos de puntera, otra combinación habitual es una de uña (p.ej. Bruce) como primaria y una Danforth estibada.

En los cruceros de mayor tamaño haciendo crucero extensivo, tiene sentido que ancla primaria y secundaria sean de diferente tipo para poder conseguir buen agarre en un número amplio de fondos. Por ejemplo una cóncava como primaria y una de uña como secundaria. Yo recomiendo que la principal sea siempre de acero, pudiendo la secundaria ser de un material más ligero. Aunque mi sugerencia es que dejemos el aluminio u otras aleaciones más ligeras para la tercera ancla en el caso de cruceros grandes, donde tiene sentido una de tipo Danforth para llevarla estibada.

Para terminar, permitidme una apreciación sobre las copias cada vez más frecuentes de modelos exitosos de anclas. Más allá del aspecto legal (si la patente no está expirada es ilegal) hay que considerar que ni los materiales van a ser de igual calidad ni habitualmente las dimensiones, lo que puede afectar a su rendimiento. Salvo que el fondeo sea en condiciones muy favorables, desaconsejo las copias legales (por supuesto también las ilegales). Hay modelos realmente económicos con un buen desempeño, que pueden servir para la mayoría de los programas de navegación

Conclusiones

La inversión en un buen fondeo se puede decir que es prácticamente despreciable si tenemos en cuenta el coste total de la embarcación. El ancla es uno de los elementos de seguridad más importantes. No escatimar en un buen ancla.

Tampoco nos dejemos cegar por las bondades de las anclas modernas o de nueva generación. No todas desempeñan por igual. Si queremos un ancla con una resistencia superior, deberemos ir a modelos contrastados a ser posible por los navegantes. Que además de jugarse su propio barco habrán hecho muchísimas más pruebas que cualquier revista del sector.

No deberíamos llevar sólo un ancla. Si nuestra eslora nos lo permite llevar al menos un ancla tradicional y una de nueva generación.